La derogación del impuesto al sol

912 171 879

Categorías

El sector solar fotovoltaico, y el de las energías renovables en general, está mostrando una resiliencia mucho mayor que otros sectores económicos. Así lo confirmaba la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico durante la inauguración del VII Foro Solar de UNEF el pasado octubre, que ya se ha consolidado como la gran cita fotovoltaica del año.

Como la mayoría de sectores, el fotovoltaico ha sufrido en gran medida el impacto del parón económico derivado del Covid-19. El autoconsumo se ha encontrado paralizado debido a las medidas instauradas, así como por estar dirigido a dos de los sectores más afectados por la crisis, las pymes y las empresas de servicios. Sin embargo, aunque muchos no lo ven como una prioridad, algunas empresas han visto en este sistema un gran valor de recuperación tras los efectos de la pandemia. Por ello, esta séptima edición, organizada por UNEF (Unión Española Fotovoltaica), estuvo dedicada a demostrar que la fotovoltaica se ha consolidado como el “motor de la recuperación económica” frente al impacto que el Covid-19 ha tenido en el sector.

En pocos años, España ha conseguido pasar de rechazar por completo el aprovechamiento de la energía solar a vivir un boom de la fotovoltaica. Esto es debido en gran medida a que, por lo general, es un país muy soleado que cuenta con una de las medias anuales de horas de luz solar más altas de Europa. Madrid se ha configurado como la capital europea más luminosa y se posiciona como la segunda ciudad española que cuenta con más horas de sol por detrás de Huelva. Incluso Bilbao, la ciudad más oscura del país, disfruta de hasta 1.500 horas de sol al año, lo que tan solo supone la mitad que en la capital onubense.

Pero la utilización de este tipo de energía renovable no solo se está expandiendo entre las grandes empresas, sino que también es tendencia a nivel doméstico, ya que el coste de una instalación fotovoltaica individual puede amortizarse en pocos años.

El denominado autoconsumo fotovoltaico nos permite abastecernos de la energía proveniente del sol e incluso aprovechar los excedentes para venderlos a la red pública, consiguiendo de esta forma una nueva fuente de ingresos. Aun así, mantiene detractores que ven en los paneles un impacto sobre la agricultura tradicional y el paisaje, a pesar de ser una energía limpia y ecológica.

No obstante, esta revolución en España ha significado pasar de la derogación del llamado “impuesto al sol”, que gravaba a los propietarios de instalaciones fotovoltaicas, a la implantación del Real Decreto 244/2019, de 5 de abril, por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica.

El famoso impuesto al sol, anunciado por Iberdrola en la primavera de 2012, fue aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015 hasta la llegada de Pedro Sánchez tres años más tarde. El Partido Socialista sustituyó entonces la normativa que contemplaba esa tasación por el nuevo Real Decreto mencionado anteriormente, que certificó la derogación de dicho impuesto. Además, estableció las nuevas condiciones para regular la figura del “autoconsumidor”, individual y colectivo, así como el régimen de compensación económica por verter excedentes a la red eléctrica. Esta nueva normativa favoreció a una bajada significativa de los precios de los paneles fotovoltaicos.

Las medidas implantadas por el Gobierno, el contexto económico y las óptimas condiciones de España hacen que, actualmente, el autoconsumo eléctrico esté viviendo una etapa de crecimiento sin precedentes en nuestro país. Según los datos ofrecidos por la UNEF, España alcanzó en 2019 el doble de la potencia fotovoltaica para autoconsumo instalada en el año anterior.

Por si fuera poco, en el BOE se publicaba este pasado agosto una nueva Orden, por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de ayudas a la inversión en instalaciones de generación de energía eléctrica con fuentes de energía renovable, susceptibles de ser cofinanciadas con fondos de la Unión Europea. En este reciente reglamento, el Gobierno flexibilizó los criterios para colocar estructuras de hasta 100 KW sobre suelo urbano.

Sin duda, la descentralización del sistema energético a través del autoconsumo es una de las claves de la transición en que se encuentra el sector, ya que permite que el consumidor pueda gestionar la producción, el intercambio y el almacenamiento de energía limpia.

Se trata de un sistema de abastecimiento por el que el usuario paga por lo realmente consumido, por lo que, probablemente, las cifras aumentarán este año a pesar de las consecuencias que pueda tener la pandemia. Apostar por la eficiencia energética se traduce en un gran ahorro económico a largo plazo, ya que la inversión puede recuperarse en periodos que oscilan entre los 4 y 7 años, en función del consumo realizado.

El impulso de la fotovoltaica ha supuesto el nacimiento de decenas de empresas dedicadas a desarrollar esta actividad. Lo podemos ver en compañías como Iberdrola, líder nacional en distribución eléctrica, que diseñaba hace algunos años la solución “Smart Solar” destinada al segmento residencial, la cual puede llegar a generar ahorros de hasta un 70% en la factura anual. Este tipo de estrategias incluyen estudios personalizados para diseñar a medida la instalación fotovoltaica, facilitando al mismo tiempo el acceso a una financiación favorable mediante acuerdos con entidades financieras.

Ángela Martín Parrales

TE LLAMAMOS Y TE LO EXPLICAMOS TODO

    Memorias y Proyectos para Instaladores

    Curso de Instalador realiza memorias y proyectos para instaladores desarrollados por instaladores e ingenieros. ¡Clic para más información!

    Echale un vistazo a nuestros cursos