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Independencia energética
Un pistoletazo de salida para la independencia energética de todos los pueblos que quieran unirse a la iniciativa
Ballesteros de Calatrava ha apostado por una alternativa diferente para poder tener electricidad. Para ello, las posibilidades que se presentan son conectarse a una red existente o ser autosuficiente mediante una instalación autónoma.
La primera de las opciones pasa por formar parte de varias empresas que producen y comercializan la red, mientras que en la segunda supone una gran libertad para todos aquellos que se unan al viaje. Esta última opción es el objetivo de Ballesteros de Calatrava (Ciudad Real) con una población de 400 habitantes y situado a 18 kilómetros de la capital.
¿Cómo comenzó esta aventura?
En septiembre de 2020 este pequeño pueblo tomó la decisión de situarse en el mapa y frenar la despoblación con un interesante incentivo: reducir hasta el 80% del coste de la electricidad. Sin embargo, en la fase inicial solo se pudo reducir el 20%.
¿Cómo se puede conseguir? El truco pasa por ahorrarse los costes regulados y políticos del recibo actual que quedan lejos del consumo de los clientes de la red. Tras esta pregunta surge el proyecto “Ballesteros Genera”, que construirá una central fotovoltaica en un terreno cedido por una vecina del consistorio.
Objetivos
Un proyecto que busca que a finales de año los paneles solares se encuentren en pleno funcionamiento. Además, la instalación está diseñada para ser autosuficiente. Es decir, producción, almacenamiento y distribución de energía.
Para ello, ha sido necesaria una inversión de 338.000 euros, de los cuales 138.000 vienen de los fondos de la Red Europea para el Desarrollo Rural (LEADER), que gestiona la Asociación para el Desarrollo (AD) del Campo de Calatrava.
Planes de futuro
El pueblo no reniega del oligopolio eléctrico, sino que su ambición va más allá. Desde el primero al último de sus habitantes, pretenden crear la primera comunidad rural de energías renovables en España. Se preguntarán, ¿qué quiere decir esto? Buscan ampliar la red a municipios de la zona para que puedan -en caso de quererlo- darse de baja de grandes empresas energéticas.
A cerca del recibo
El recibo funcionará como una hipoteca, en la que se irá amortizando el coste de la instalación suponiendo un ahorro en la factura regulada. De esta forma, se llegará al objetivo de un 80% de ahorro respecto a la situación actual en 8 años. Un camino que busca la independencia energética total.
Un recibo eléctrico más barato tanto para particulares como para empresas, que supondrá un incentivo para irse a vivir o trabajar al pueblo. Una iniciativa que pone el pistoletazo de salida para que otros municipios la continúen.
Lidia Solís Jiménez
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