¿Cómo funciona la instalación eléctrica de nuestra casa?

Puede que fruto de la intuición podáis llegar solos a la solución de esta duda que en distintas situaciones suele surgir. En esencia es una instalación y un extenso recorrido de cables que rodea y ocupa la casa o piso en su totalidad. Y los enchufes serían ese medio por el que la electricidad alcanza tus electrodomésticos y diversos aparatos. ¿Pero es realmente tan sencillo? ¿Todas las instalaciones son iguales? Lo veremos a continuación. 

Primero la electricidad se crea y distribuye en su lugar de origen, que puede ser de distinta naturaleza dependiendo de la zona en la que uno se encuentre. Puede surgir directamente de una central nuclear, un valle eólico o incluso un río, aunque si vives lejos de uno, es poco plausible que se cree cableado para dar energía a zonas tan lejanas.  

Si dejamos de lado eso, nos encontramos con que, tras la producción de esa electricidad, recorre largas distancias a través de las líneas de alta tensión, esas altas torre que en ocasiones podemos ver desde la carretera a las afueras de los pueblos y ciudades. Esas líneas de alta tensión no pueden llevarse directamente hasta un hogar porque sería demasiada potencia para nuestros aparatos y para las instalaciones de nuestros hogares. Por esa razón antes de llegar a nuestra casa, la energía llega a unos transformadores donde la electricidad pasa a ser de baja tensión, mucho más asequible para las viviendas. Por supuesto, no se quedará ahí, seguirá viajando. Esta vez por postes de luz no tan gigantescos, puesto que ya se encuentra dentro del casco urbano. 

De esos postes de luz, pasará a un simple cableado que podrá encontrarse en la fachada de ciertos edificios o incluso bajo tierra. 

Sin embargo, nos centraremos exclusivamente en qué es lo que pasa cuando la energía ya se encuentra en el cuadro energético del hogar. 

Para empezar, podemos dividir en dos los recorridos energéticos de la casa, uno para la iluminación y otro para la corriente. 

El primero de ellos se encuentra “limitado” por os interruptores, puesto que son estos los que permiten o no el acceso de la energía y por ende, permiten que haya luz o no. 

Por otro lado, como he dicho, también tenemos el circuito de toma de corriente, cuya energía circula constante y está lista para desplazarse a los aparatos eléctricos que se conecten a ella a través de las tomas de corriente. 

Todas las instalaciones suelen poseer los dos circuitos anteriores, pero a continuación, pasaré a nombrar y explicar los diferentes tipos, que esta vez sí, dependerán del lugar. 

• Por su tensión: Alta, media y baja tensión. La primera suele usarse en lugares que requieran de una gran potencia energética, como suele ser el caso de las industrias que poseen instrumentos y maquinaria mucho más pesada. Y las dos siguientes suelen ser usadas en viviendas cuya necesidad energética es menor. 

• Instalaciones generadoras: Son aquellas que generan una fuerza electromotriz y, por lo tanto, energía eléctrica a través de otras formas de energía.  

• Instalaciones de transporte: Este tipo de instalaciones son líneas eléctricas que conectan diferentes tipos dependiendo del medio donde estén instalados los conductores, líneas subterráneas o aéreas.  

Tal vez nos quedemos cortos, puesto que podríamos definir multitud de tipos de instalaciones por la infinidad de situaciones y contracciones particulares, pero viéndolo de una forma general, este es un buen resumen. 

José Francisco Bullón Molina 

Memorias y Proyectos para Instaladores

Curso de Instalador realiza memorias y proyectos para instaladores desarrollados por instaladores e ingenieros. ¡Clic para más información!