El nuevo descubrimiento sobre el cáncer de mama

Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia han identificado una proteína que protege contra el crecimiento de tumores de mama y que puede vincularse con un mejor pronóstico en pacientes con este tipo de enfermedad. Este nuevo descubrimiento puede contribuir al desarrollo de nuevas terapias para formas de cáncer de mama ahora difíciles de tratar

El cáncer de mama vive hoy en el cuerpo de más de dos millones de mujeres en todo el mundo y, además, una de cada diez sufrirá esta grave enfermedad a lo largo de su vida.

De aquí surge la importancia de un nuevo descubrimiento realizado por un equipo de científicos del Instituto Karolinska de Suencia, el centro que otorga todos los años los premios nobel de ciencia. Este descubrimiento ha identificado una molécula que impide el desarrollo de los tumores de mama, según los resultados de su investigación que publica la revista Nature Communications.

¿Qué tipo de proteína es?

Se habla de una proteína llamada “GIT1” que puede permitir obtener nuevos medicamentos para los cánceres de mama más agresivos y para los que hoy no hay un tratamiento firme.

Este tipo de cáncer, afecta aproximadamente a un 10% de las mujeres durante su vida y siempre ha sido una carga social y médica importante en todos los países. Hay menos opciones de tratamiento disponibles para los llamados “cánceres de mama triple negativos”.

Pero siempre hay buenas noticias; y es que, Per Uhlén y su equipo del Departamento de Bioquímica Médica y Biofísica del Karolinska Institutet han identificado un mecanismo novedoso por el cual la proteína ubicua GIT1 regula la llamada señalización de Notch, que afecta la iniciación y el crecimiento del cáncer de mama.

Esperanzas en los resultados

Los análisis de células tumorales de pacientes con cáncer de mama mostraron que los niveles altos de GIT1 protegían contra el crecimiento tumoral, y en cambio, los niveles bajos de GIT1 aumentaban este crecimiento.

De hecho, los tumores de mama negativos de pacientes tenían niveles más bajos de GIT1 que los tumores de mama positivos. Además, los resultados también mostraron que los pacientes con cáncer de mama negativo con niveles altos de GIT1 tienen un mejor pronóstico que aquellos con niveles bajos.

“Nuestros resultados brindan información importante sobre un mecanismo que controla la iniciación y el crecimiento de los tumores de mama”, explica el profesor Uhlén. “Esperamos que estos hallazgos sirvan de base para el desarrollo de nuevas terapias para pacientes con cáncer de mama difícil de tratar”.

Después de conocer este avance científico, este grupo de investigadores y científicos suecos, ya están colaborando con diversos médicos que tratan a pacientes con cáncer para poder aplicar en ellos estos nuevos conocimientos que son esenciales para los tratamientos que requieren.

“Queremos realizar investigaciones que puedan beneficiar a los pacientes con enfermedades graves”, concluye el profesor Uhlén.

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Irene Ormaeche Carral