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Mientras que en España la problemática de la electricidad es visible directamente en la factura de la luz. Para la ciudanía china se traduce en una crisis energética con el consiguiente racionamiento eléctrico con posibles apagones en las localidades. Estos problemas de suministro energético podrían prolongarse hasta marzo de 2022, según apunta la Cámara de Comercio de la Unión Europea, en el país asiático.
El carbono el gran enemigo climático
En primer lugar, China ha sufrido un fuerte aumento de la demanda eléctrica. Una demanda que tiene que hacer frente el sector industrial y manufacturero para abastecer tanto al territorio nacional como extranjero. Según Macarena Vidal, corresponsal de El País, la demanda de electricidad aumentó un 13,8% y la producción de carbono solo un 4,4%. Además, tras el descenso del coste del carbón por el Covid-19 un año después su precio se eleva hasta un 57%.
Por un lado, hace ya un año cuando el presidente chino Xi Jinping, se comprometió alcanzar en el 2060 la neutralidad de carbono. Y es que China, es el primer emisor de gases invernaderos del planeta. Comprometidos a llevar a cabo la “revolución verde”. Un año más tarde, vemos que este plan está sufriendo complicaciones.
Así, por ejemplo, a principios del mes de octubre, varias provincias chinas sufrieron una oleada de apagones que aún persiste. Esto está ocurriendo en un contexto donde aumenta la demanda de electricidad, hay una notable escalada de los precios del carbón y una serie de recortes para alcanzar los objetivos medioambientales. Estas son algunas de las causas de esta crisis energética china.
El problema de los precios en la crisis energética del gigante asiático
Por otra parte, el 12 de octubre la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma anunció cambios en el sistema de precios de la electricidad generada con carbón. El gigante asiático podría estar planteándose una liberación de los precios, por permitir que las tarifas eléctricas se adecuen a la ley de la oferta y la demanda.
Aunque esto puede ser visto como un problema energético y económico para los hogares chinos en realidad afectaría sobre todo a las grandes empresas. Esto se debe a que en China hay distintos precios para los hogares, negocios y pymes y también para la gran industria. Según el diario Público, el 59% de la demanda de electricidad viene del sector manufacturero del país. Este gran gasto energético supera a la demanda energética total de hogares, empresas y comercios chinos.
¿Es posible la neutralidad del carbono en 2060?
En cuanto, al objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono 2060 se dificulta. Esto se debe en parte a las grandes fábricas ya que hay unas cuantas que están rezagadas en la transición hacia modelos de producción más sostenibles. Se trata de un gran desafió dado a que su economía del país se basa principalmente en la importación de gas y petróleo, así como la producción de carbón. Está la tentación de relanzar la cadena productiva de carbón para calmar las presiones de los precios de la electricidad y razonamiento energético a las zonas más frías del país ante un invierno gélido.
Ante esta situación, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) piden que los esfuerzos se centren en la sostenibilidad del cambio climático y menos en contener la crisis energética. Para lograr esto debe alcanzarse un equilibrio del mercado para poder sentar las bases de un cambio ecológico.
Además, la IEA confía en el compromiso de Rusia de suministrar más gas al mercado para restablecer las cadenas de valor en lo que queda de año y el primer trimestre de 2022. Para contener el precio de las materias primas (crudo y gas) y así detener la subida de los IPC y estimular el crecimiento. Sin embargo, para que esto pueda darse la industria china deberá estabilizar los precios.
Erika Forero Ovalle
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