Planeadores

Los planeadores son aeronaves que no tienen motor, por lo que no pueden generar empuje. Para poder volar en ellas, se deben arrastrar con una aeronave con motor hasta alcanzar la altura deseada. Cuanto mayor sea esta altura, mayor duración tendrá el vuelo.

El planeador nos permite desplazarnos por el aire gracias a los conocimientos aerodinámicos que disponemos. Estos aviones planeadores se suelen usar para fines de ocio como el deporte de vela o para fines militares o de investigación.

Características de los planeadores

Las principales características que presenta un planeador son:

• Unas alas delgadas, de gran longitud y con un perfil aerodinámico perfecto.
• El tren de aterrizaje tiene dos ruedas, en forma de patinete, que suele ser una de ellas retráctil para mejorar la aerodinámica.
• La cabina del piloto se encuentra muy adelantada para mejorar la visión del piloto. Algunos tienen también espacio para un copiloto.
• Por razones de seguridad, suelen tener dispositivos de radioenlace para saber su situación en todo momento.
• Su operación de vuelo depende exclusivamente de las condiciones atmosféricas del lugar. Esto tiene gran relación con el gran uso de estos aviones en países donde el clima es favorable, como el sur de España.

Tipos de planeadores

Podríamos clasificar a los planeadores en tres tipos:

• Planeadores primarios: utilizado para el entretenimiento. Su estructura es muy simple, con un cuerpo en el que se aloja el piloto y copiloto al que se une unas alas y dispositivos de estabilizadores (superficies de control).
• Veleros construidos: Tienen un diseño similar a los planeadores primarios pero su objetivo es maximizar la eficiencia aerodinámica.
• Planeadores de descarga: están destinados al uso civil o militar pero su tamaño es mayor ya que se utilizan para transportar objetos de gran peso.

Cómo funciona un planeador.

Los planeadores son vehículos tripulados, es decir, es necesario ser controlado por un piloto. Previamente, el avión debe ser remolcado hasta una altitud deseada para iniciar el vuelo. Una vez se suelta, el planeador aprovecha las corrientes de aire para aumentar su velocidad.

Conforme aumenta la velocidad, la aeronave asciende gracias a las fuerzas aerodinámicas producidas en sus alas y el fuselaje. Cuanto mayor sea la fuerza, mayor tiempo estará en el aire. Durante el vuelo, el piloto controlará la aeronave mediante las superficies de control, buscando las corrientes de aire de tipo ascendente.

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Enrique Díaz Bohórquez