La descarbonización en la edificación

No son solo los coches, los edificios también son grandes emisores de gases que perjudican el medio ambiente. Mientras que el transporte es el principal medio de contaminación en España, con un 48% de emisiones sobre el resto de sectores, la edificación es la causante del 15%. Sin embargo, esta cifra aumenta considerablemente si lo observamos desde una perspectiva global, por la que los edificios y su construcción son responsables del 39% de las emisiones de CO₂.

Transformar nuestra consciencia sobre la edificación puede significar una solución clave para la mitigación del cambio climático. Crear edificios prosumidores, es decir, consumidores y productores de energía, que estén descarbonizados y cuenten con una arquitectura adecuada para ello es el objetivo indispensable que tenemos que alcanzar.

Debido a la excesiva suma de emisiones de carbono que se liberan durante el proceso de construcción de los edificios y de la fabricación de los materiales que lo componen, nuestro principal reto es fomentar nuevas prácticas y, sobre todo, nuevas formas de pensar para reducir la huella de carbono, con el objetivo de conseguir un modelo sostenible para España en 2050. La principal medida para lograrlo es enfocarnos en la eficiencia energética de los edificios, pues reducir el gasto en energía al mismo tiempo que aumentamos el confort en la vivienda no es un mito.

Sin duda, la edificación es uno de los puntos clave que no puede mantenerse al margen en la lucha contra el cambio climático. La reducción de emisiones, el aumento de la eficiencia energética y la generación renovable son líneas claras de la Directiva Europea de Energías Renovables. En España, la Directiva Europea 2010/31/UE de Edificios de Energía Casi Nulo (EECN), dirigida a garantizar el cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea respecto a la reducción de emisiones en la edificación, se traspone a través del Documento Básico Ahorro de Energía (HE) del Documento Básico Ahorro de Energía (HE) del Código Técnico de Edificación, el Reglamento de Instalaciones Técnicas en los Edificios y la Ley de Economía Sostenible. Con ello, España se ha comprometido a generar el 35% de su demanda en 2030 con energía renovable, lo que equivale a instalar 4GW de potencia eléctrica anualmente.

Además, con esta normativa, a partir del 31 de diciembre de 2020, todos los edificios de nueva construcción estarán obligados a ser “Edificios de Consumo Energético Casi Nulo”. Según la Directiva, las nuevas construcciones deben participar de la máxima eficiencia energética, superar la calificación A y llegar al estándar “Passivhaus”. Los edificios Passivhaus consiguen reducir en un 75% las necesidades de calefacción y refrigeración, mientras que el resto de energía que requieren puede cubrirse a partir de energías renovables, convirtiéndose en una construcción con un coste energético muy bajo para el propietario y el planeta. Este modelo supone la optimización de los recursos existentes a través de técnicas adecuadas conocidas como “estrategias pasivas”.  Este tipo de estrategias permiten diseñar conforme al clima y aislar correctamente a los edificios para no perder ni frío ni calor, como establecer una orientación determinada de las ventanas para aprovechar el calor y su ventilación natural o protecciones solares que impidan la entrada del calor en verano.

No obstante, además de la eficiencia energética, encontramos otra serie de medidas muy necesarias que nos permitirán ahorrar al mismo tiempo que respetamos al medio ambiente.

Por un lado, la electrificación permite generar un ahorro importante al reducir consumos y eliminar infraestructuras de otras fuentes de energía, como el gas. Hoy en día, las instalaciones de un edificio pueden ser íntegramente eléctricas, sin emitir ningún tipo de gas de combustión, partículas o emisiones al entorno. Esto se puede conseguir gracias a la climatización a través de la instalación de bombas de calor, tanto de frío como de calor, junto a la generación de agua caliente sanitaria, o incluso con los cargadores para los vehículos eléctricos.

En la actualidad, cualquier edificio nos ofrece la posibilidad de aprovechar los recursos naturales de su entorno para generar energía renovable, mediante la instalación de paneles fotovoltaicos o las mencionadas bombas de calor, cuyo rendimiento será de 2 a 5 veces mayor que el de los sistemas convencionales.

La autoproducción de energía en un edificio permite, no solo cubrir la demanda de los habitantes, sino también generar excedentes, los cuales podemos almacenarlos o venderlos a la red eléctrica. En realidad, disponemos de todas las piezas necesarias para empezar este cambio, ya que el contexto actual exige unas demandas determinadas que hay que suplir y tenemos los conocimientos, las tecnologías y las técnicas necesarias para ello, lo único que falta es ponerlas en práctica.

Estos son algunos de los aspectos que se han tratado hoy en el VII Congreso de Edificios de Energía Casi Nula, celebrado en Madrid bajo el lema “La descarbonización de la edificación, una palanca para reactivar el sector: obra nueva y rehabilitación”. El evento, organizado de forma online y presencial al mismo tiempo, se ha enfocado en las acciones necesarias para cumplir los compromisos mencionados en vista a 2050.

Ángela Martín Parrales

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