Comunidades energéticas: ¿qué son y cómo funcionan?

Imagínate poder ahorrar en tu factura de la luz gracias a la energía que producen tus vecinos. Esto es posible gracias a las comunidades energéticas. Pero, ¿qué son exactamente? Las comunidades energéticas son grupos de personas o empresas que se unen para producir, consumir y compartir energía eléctrica de manera sostenible y rentable.

Tipos de comunidades energéticas:

Existen dos tipos de comunidades energéticas: las físicas y las virtuales. Las físicas son aquellas en las que los miembros se encuentran en un mismo lugar geográfico y comparten una instalación de generación de energía renovable.

En cambio, las virtuales son aquellas en las que los miembros no necesitan estar en el mismo lugar físico, ya que comparten la energía a través de la red eléctrica.

Las comunidades energéticas son rentables y beneficiosas para todos sus miembros. El ahorro en la factura de la luz es uno de los principales beneficios, ya que al compartir la energía generada entre los miembros de la comunidad, se reduce el coste individual de la energía consumida.

Además, se fomenta el autoconsumo y la generación de energía renovable, lo que contribuye a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y a mejorar la calidad del aire.

Legislación aplicable:

Aunque las comunidades energéticas son una alternativa sostenible y rentable, su normativa y regulación pueden resultar complejas. En España, el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) – https://www.idae.es/ – es el organismo encargado de regular las comunidades energéticas. Es importante tener en cuenta que antes de unirse a una comunidad energética, es necesario asegurarse de que cumple con la normativa y regulación vigente.

Formas de generación de energía:

Además, es importante mencionar que existen diversas formas de generar energía renovable en una comunidad energética. Algunas de las opciones más populares son la energía solar fotovoltaica, la energía eólica y la biomasa. La elección de la tecnología dependerá de las condiciones del entorno y de las necesidades energéticas de la comunidad.

Otro factor a tener en cuenta es el tamaño de la comunidad energética. En general, se recomienda que la comunidad tenga al menos 10 miembros para que sea rentable y sostenible. Además, es importante que los miembros tengan un consumo energético similar para evitar desequilibrios en la distribución de la energía.

Beneficios de las comunidades energéticas:

Una de las ventajas de las comunidades energéticas es que pueden ser gestionadas por los propios miembros de la comunidad. De esta manera, se fomenta la participación y el empoderamiento de los ciudadanos en la producción y distribución de energía eléctrica.

En cuanto a la rentabilidad de las comunidades energéticas, es importante mencionar que el retorno de la inversión dependerá de diversos factores, como el coste de la energía en la zona, el tamaño de la comunidad y la tecnología utilizada. Sin embargo, en general se estima que el retorno de la inversión puede alcanzar entre un 5% y un 10%.

Fórmate con nosotros:

En conclusión, las comunidades energéticas son una alternativa sostenible, rentable y participativa para la generación y distribución de energía eléctrica. Si estás interesado en unirte a una comunidad energética o crear una, es importante informarse sobre la normativa y regulación vigente, así como consultar con expertos en el tema.

Si estás interesado en formarte o solicitarnos información puedes hacerlo en https://cursodeinstalador.com/ . También puedes acceder a nuestra bibliografía en: https://cursodeinstalador.com/categoria-producto/libros/